Aunque no nos demos cuenta, los árboles se alimentan y utilizan esos nutrientes que sacan desde la tierra y el aire para realizar todas las funciones que necesitan para vivir. No todo lo que absorben les es útil y tras metabolizarla se deshacen de los restos excretándolos en un proceso que podría compararse al de orinar y defecar en animales y personas.
Los árboles tienen un metabolismo muy eficiente que aprovecha casi todos los componentes de lo que consume ya sea desde el aire o a través de sus raíces. En el caso del oxígeno que «bota» tras extraer el CO2 y realizar la fotosíntesis, este sale en forma de vapor desde pequeños poros ubicados en las hojas en lo que se conoce como transpiración y que solo se da durante el día.
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El vapor que desechan los árboles no se compone exclusivamente de oxígeno sino que también de otros restos los cuales se van almacenando en mini cavidades hasta que sale a través de las estomas. Si bien no se trata de líquidos, sería lo más similar a la orina en plantas.
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